Historias corrientes de mi ciudad

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Historias corrientes de mi ciudad, son veinticuatro relatos en los que su autora nos ofrece un singular punto de vista de lugares y sitios de Talavera de la Reina: La plaza del Pan, la calle Alfares, la plaza de toros o los Jardines del Prado son, entre otros, escenarios de las diferentes historias.

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Historias corrientes de mi ciudad, son veinticuatro relatos en los que su autora nos ofrece un singular punto de vista de lugares y sitios de Talavera de la Reina: La plaza del Pan, la calle Alfares, la plaza de toros o los Jardines del Prado son, entre otros, escenarios de las diferentes historias.

Personas comunes, con las que el lector se cruza habitualmente en cualquiera de sus actividades por la ciudad, son retratadas en estas historias certeramente en sus características físicas y psicológicas. El lector sentirá que conoce a esa persona o, incluso, que quizá pueda ser él mismo.

Situaciones cotidianas, un paseo, comprar en la tienda, tomar un café en una terraza, coger el autobús, y otras muchas que realizamos habitualmente, se convierten en el hilo argumental de historias que no dejarán de sorprendernos tanto por el enfoque singular de su tratamiento como por su desenlace.

Y, todo ello envuelto en la sensibilidad y magia, que impregnan los relatos, y que llevan a la autora a conectar esas situaciones corrientes con mitos y personajes de la antigua Grecia. El fototropismo de un olmo blanco será visto aquí como la historia de amor hacia sí mismo del mito de Narciso, por poner un ejemplo.

En definitiva, el lector tiene en sus manos una obra de cualidades literarias destacadas, bien escrita, siendo su lectura fluida y adictiva. Como un dulce caramelo que te deja con ganas de más, te sientes impulsado a continuar en la lectura de cada relato, sin parar de leer hasta terminar.

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